Tras mas de 5 años de investigación se presentaban
como culpables a todxs lxs detenidxs de esa jornada, acusadxs de
financiamiento de terrorismo, colocación de artefactos explosivos y de pertenecer a una asociación ilícita terrorista,
Desde mucho antes de la lamentable muerte de nuestro
compañero Mauricio Morales el 22 de Mayo de 2009 en las cercanías de la
Escuela de Gendarmeria, las okupaciones fueron sindicadas como las
responsables de los ataques explosivos. Esto para llenar el vacío de
información sobre lxs autorxs, para saciar la necesidad de presentar
culpables y para acallar las críticas de las cúpulas de poder ante el
nulo avance investigativo. Había que saciar la histeria mediátca y
aplicar la doctrina de seguridad nacional.
Tras
la arremetida policial, un espacio fue desalojado y clausurado, el
Centro Social Okupado y Biblioteca Sacco y Vanzetti, okupación donde
funcionamos como colectivo por más de 8 años. Nuestro nombre fue
ilegalizado, nuestros vínculos perseguidos y nuestra labor solidaria fue
sinónimo de terrorismo para el Estado y sus agentes represivos.
Llovieron amenazas, insultos y acusaciones, incluso
la fiscalía llegó a hablar del espacio como un “Centro de Poder”, en un
absurdo intento de revancha, buscando anular nuestra abierta y clara
posición antiautoritaria.
Así mientras algunxs compañerxs enfrentaban la
prisión, otrxs debían huir, nuestro espacio fue arrasado y destruido por
los organismos policiales y nuestra biblioteca fue desbaratada. Tras el
saqueo en el que muchas manos estuvieron involucradas, se perdió el
rastro de muchisimo material, así mientras algunos libros eran
presentados como evidencias en el juicio, otros eran vendidos en
librerías establecidas o puestos de ferias libres.
Finalmente tras 9 meses de prisión y un larguísimo juicio, el resultado terminó siendo la absolución para lxs compañerxs.
Hoy,
a casi 3 años de nuestro cierre forzoso, decidimos retomar nuestra
labor y reabrir la Biblioteca, pues por fin pudimos recuperar una ínfima
parte de nuestro material. La represión hizo que algunxs miembrxs del
colectivo tomaran diferentes decisiones y caminos, nosotrxs decidimos
continuar con el proyecto de levantar esta Biblioteca.
Nuestro esfuerzo apunta a encontrar pronto un espacio
que nos permita poner en funcionamiento la Biblioteca y poder generar
así el fructífero intercambio y colectivización de libros, experiencias y
conocimiento. La historia nos demuestra cuanto aprendizaje se desprende
de los libros, en los vaivenes de la lucha, en los momentos álgidos de
la represión, el material escrito con ideas de libertad será siempre un
aporte en ese camino.
Nuestro proyecto siempre estará al margen de la
usura, la acumulación y la propiedad privada. Estos libros son nuestros,
pero un “nuestros” que nace, crece y se fortifica desde lo colectivo,
en un proyecto que muchos dieron por muerto, pero que contra todo
pronóstico, sigue vivo, agitando con la memoria y la voluntad intactas.
Los
libros y el material escrito que tenemos como Biblioteca Sacco y
Vanzetti, no son para nuestro disfrute o goce personal, no para el
fetiche de estantanterías repletas de libros. Este material, logrado con
el esfuerzo y aporte de muchas personas, sirve, aporta y se fortalece,
solo en la circulación entre quienes depositen interés y asuman un
compromiso solidario.
Por ello instamos a la donación de libros o cualquier
otro material que aporte al desarrollo y esparcimiento de las ideas que
niegan desde la práctica cualquier autoridad. Llamamos a superar el
fetiche de las bibliotecas personales y a contribuir con aportes
concretos a las Bibliotecas afines. Del mismo modo hacemos el llamado a
que se devuelva el material que algunxs compañerxs puedan tener de la
biblioteca, ya sea porque lo rescataron tras el desalojo o porque nunca
pudieron devolver algún libro pedido antes del cierre.
Como breve evaluación –desde la biblioteca-del
momento represivo vivido durante el Caso Bombas, nos parece que hicieron
falta más espacios e instancias con un claro enfoque antiautoritario
para desactivar y hacer frente a la jugada emanada desde la represión.
Esto porque el Estado se deja caer sobre algunas personas o espacios que
mantenían discursos colectivos y que por lo mismo debieron ser
defendidos colectivamente. No hacerse cargo de la defensa de estas
ideas, contribuía a centrar el enfoque represivo solo sobre lxs
compañerxs juzgadxs.
“Si unx cae, diez se levantan” es una
frase que exige materialización, tanto en discurso como en hechos. Si el
poder golpea a unxs buscando amedrentar al resto, lo mínimo que puede
existir de ese entorno difuso, es la negación a internalizar, desde la
teoría y la práctica, la lección que están dictando los poderosos.
En ese sentido hubiese sido valioso que el resto de
los espacios y bibliotecas que existían en ese momento, muchos inclusive
citados en la acusación de la fiscalía e investigados policialmente,
indicados como centros de poder hubieran tenido una participación más
activa en un proceso que también los involucraba.
Pero de igual modo somos clarxs en el hecho de que la
solidaridad y los gestos de apoyo expresados, fueron siempre la luz que
abrió el camino, la mano amiga tendida para apoyarse y erguirse. Con
esa fuerza nos quedamos y decidimos seguir adelante. Quienes desafiaron
el olvido que el poder intentó imponer sobre espacios, compañerxs e
ideas, supieron mantener la perspectiva de lucha antiautoritaria.
Nos hacemos cargo de nuestras vivencias y nos
asumimos parte de una herencia histórica de lucha contra toda forma de
dominación, vimos y veremos la vida a través de ese prisma. Seguimos
siendo un colectivo gestado de forma horizontal, basado en la libre
asociación y la afinidad.
Ni los allanamientos, ni la prisión, ni el peso
amenazante de las condenas o los años en las sombras jamás pudieron
parar en nostrxs la ansias de lucha, jamás nos congraciamos con las
estructuras de dominación o las lógicas de autoridad.
Sus
ridículas artimañas de ilegalizar libros y de utilizarlos como
evidencias en un juicio, son la continuidad de la quema de libros en las
dictaduras y la inquisición, esto nos demuestran el potencial de
peligro que los libros poseen, por su capacidad de encender las mentes e
inflamar el deseo de libertad.
Pese a todo lo vivido, seguimos puño en alto, en abierta lucha contra toda forma de dominación.
¡¡A multiplicar las iniciativas y voluntad de lucha!
Biblioteca Sacco y Vanzetti
…Libros para la lucha